MÓDULO TRANVERSAL Y SU PRIMO, COLATERAL

 

 

Existe un concepto de uso común entre los docentes de ciclos formativos: la transversalidad.

Esta palabreja que tanto gusta a profesoras en prácticas y a formadores de la new wave, tiene un peso específico en la educación de nuestros jóvenes. Algo transversal, en el ámbito formativo, es algo que atañe a varios ámbitos o disciplinas. En FP, se dice que esto o lo otro, se verá de forma transversal y eso quiere decir que igual lo ves en el ciclo de mecánica de autómatas que en el de asistente de góndola porque se supone que será útil en ambos casos.

Un ejemplo perfecto de transversalidad aplicado a un módulo de ciclos formativos es el de Formación y Orientación Laboral (F.O.L. para las amigas), un módulo que se se ve en todos los primeros cursos de los ciclos de grado medio y superior y que tiene una inmerecida fama de tostón infumable. En este módulo, que igual te sirve para un roto que para un descosido, se pueden aprender cosas que te van a servir tanto si decides poner goteros como rellenar una declaración de IVA.

En F.O.L. se estudian y se trabajan las tan de moda "soft skills", una adaptación terminológica adoptada, como no, del universo anglosajón. También se ven aspectos relacionados con la salud laboral, la búsqueda de empleo y los derechos y deberes de los trabajadores. Es uno de los ejemplos más claros de transversalidad que podemos encontrar en el universo FP. Este módulo, por su utilidad, se estudia en todos los ciclos formativos de grado medio y superior. Un módulo que para el siguiente curso académico 2024-2025,  desaparece con su actual nomenclatura y pasa a denominarse Itinerario personal para la empleabilidad I. 

Estas habilidades blandas son por lo tanto, conocimientos transversales a todos los ciclos. No obstante, no debemos olvidar esos otros conocimientos que, aún sin figurar en los currículums oficiales, pueden tener  una importancia capital para el aprendizaje del alumno y, de programarse con tino, pueden ofrecer una jugosa ventaja a aquellos estudiantes que sepan sacarles partido. Hablamos ahora de los conocimientos o, quizá mejor, el aprendizaje colateral.

En la Escuela Profesional Xavier, entendemos la innovación en el aprendizaje como un factor que debe sumar enteros en el desarrollo profesional y personal del alumnado. En mi opinión, esta innovación no sólo puede consistir en la utilización de herramientas de deslumbrante aparición, véase la I. A. generativa, o en prácticas metodológicas reinventadas, en su mayoría, y relanzadas oportunamente por formadores de verbo fácil ya alejados de las aulas. Esta innovación debe penetrar de forma segura en las clases y debería programarse adecuadamente por los docentes para que aquellos que son objeto de ella, la entiendan como un una mejora en la obtención de determinadas capacidades y no como, en el caso de I.A. generativa, un burdo atajo para terminar con menos esfuerzo una actividad o un problema planteado en el aula.

Con toda seguridad, la utilización conveniente y programada de la I.A. por parte de los alumnos puede suponer la obtención de conocimientos de los que consideramos colaterales. En este sentido, el docente debe jugar un papel imprescindible dando pautas y guiando a los estudiantes en su uso. Es una realidad dificilmente rebatible que el uso de los diferentes programas de I.A. generativa va a formar parte del día a día en muchos campos profesionales, por lo que es importante dotar de una ética adecuada al uso de estas herramientas aún en desarrollo.

Igualmente, la red nos ofrece un número elevado de programas de software libre que pueden servir para resolver problemas que otrora necesitaban lápiz, papel o cartulinas de colores. Todos estos programas, que pueden ser de edición gráfica, de texto, de audio y video o las imperdonablemente poco trabajadas en las escuelas hojas de cálculo, si se plantean como herramientas en el aula y su uso, insisto, se programa debidamente, suponen también la adquisición de conocimiento de forma colateral. No podemos dejar pasar esta oportunidad en la F.P. porque, además, todos estos conocimientos adquiridos de forma colateral, son susceptibles de ser aplicados a nivel profesional y la pericia en su manejo, puede determinar, por ejemplo, la decisión de contratar o no a una candidata a un puesto de trabajo.