DOS EXPERIENCIAS INOLVIDABLES EN FP

Cuando entré en el Xavier venía de una época bastante frustrante en cuanto a estudios se refiere. Empecé mi trayectoria en el ciclo formativo de grado medio de Actividades Comerciales, el cual me ayudó a tener las nociones básicas para iniciarse en el mundo laboral, empezando con la FP Dual y acabando en el proyecto Erasmus+ realizando mis prácticas, dos experiencias inolvidables.

A continuación, cursé el ciclo formativo de grado superior en Comercio Internacional, sin saber muy bien a que me iba a enfrentar. Han sido en total tres años extraños, con altos y bajos, pero sobre todo aprendiendo en todo momento. Cierto es, que el último curso que nos ha tocado realizar, ha sido complicado para todos, y con un final un tanto agridulce, pero estoy segura de que gracias a la experiencia obtenida en el aula, encontraremos salidas.

Me quedo con la mejor sensación que se puede tener al finalizar, no querer acabar. En cuanto al profesorado, estoy segura que docentes habrán muchos, pero pocos como los que se pueden encontrar en el Xavier. 

Y de los compañeros, han conseguido sacarme una sonrisa cada día, hacerme reír y hacerme rabiar. Gracias por cada tarde y mañana que hemos reído juntos, gracias por enseñarnos los unos a los otros y ser transparentes en todo momento, por la ayuda, por la generosidad y sobre todo gracias por pasar de compañeros de clase a amigos. 

Para finalizar me gustaría decir que la mejor manera de encaminar a un alumno es haciéndole sentir que está aprendiendo, que está siendo útil todas esas horas invertidas en la escuela y que en un futuro o presente le van a servir de gran ayuda. Resumiendo, creo que a día de hoy, la Escuela Profesional Xavier tiene la fórmula de llevar al alumno donde quiera llegar, me llevo grandes momentos tanto buenos como malos, de esos que te hacen cambiar como persona, y trabajos que te hacen realizarte y aprender. Finalizar un curso sabiendo que realmente has aprendido y has mejorado, es lo mejor que le puede pasar a un estudiante.

Muchas gracias.

Aitana Albert Ródenas