Cuando decidí que quería estudiar un ciclo formativo de grado medio de Farmacia y Parafarmacia, no recuerdo cuántas escuelas vi que ofertaban este ciclo formativo. Mi preferencia siempre se basaba en la cercanía. No obstante, como en los listados no había ningún centro vecino a mi lugar de residencia, empecé a investigar más sobre cada una de las opciones.
Cuando busqué “Escuela Profesional Xavier”, sabía que ya había escuchado este nombre anteriormente.
Fue entonces cuando lo comenté con mi familia. Entonces dos de mis tías me dijeron que habían estudiado ahí hace ya algún tiempo, cuando era el Instituto Social de la Mujer. Por esto y por otras referencias positivas que fui recibiendo, decidí que esta escuela sería mi primera opción.
Cuando me acerqué a hacer la preinscripción y la matrícula, eché un vistazo a las instalaciones: vi como era el personal docente así como los demás trabajadores. Las sensaciones fueron buenísimas. Ya lo tenía claro: ¡quería estudiar ahí!
Así que… ¡entré en el Xavier! y no podría estar más feliz de haberlo hecho.
No voy a mentir. Cuando entré, no tenías muchas ganas de estudiar, apenas tenía motivación, no sabía si sería capaz de terminar el curso… y aquí estoy, ¡de prácticas en la farmacia y pensando qué grado superior podría hacer ahora! Y lo mejor es que sé perfectamente que la escuela tiene gran parte de culpa en todo esto.
Las instalaciones y los trabajadores son excepcionales. Pero quiero destacar al profesorado, pues con su esfuerzo, dedicación, paciencia y cariño demuestran que son grandes docentes pero también grandes personas. Forman un equipo humano estupendo. Sé que me llevo unos compañeros y amigos increíbles.
Voy a estar eternamente agradecida por las oportunidades que se me han brindado y por poder poner en práctica todo lo que me han enseñado, porque no hay nada más satisfactorio que ayudar y sentir que te gusta lo que haces.
Y lo estoy haciendo en una farmacia. No podría haber escogido mejor lugar donde realizar mis prácticas para terminar de formarme. Desde el primer día que entré por la puerta me hicieron sentir una más del equipo y en el poco tiempo que llevo he aprendido mucho más de lo que podría haber imaginado. En dos semanas ya me han dejado hacer de todo, ¡y encima tienen un laboratorio que es donde mejor me lo paso!
Recomiendo estudiar en esta escuela por su calidad académica y humana, puesto que te forman tanto profesional como personalmente.
Escrito por Sheila Cano, alumna de 2º curso del
ciclo formativo de grado medio en Farmacia y Parafarmacia
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